poemasdelatinoamerica

martes, 16 de febrero de 2010

ISLA NEGRA

AGRADEZCO A LA REVISTA ISLA NEGRA DE GABRIEL IMPAGLIONE, QUE HA PUBLICADO VARIOS DE LOS POEMAS QUE FIGURAN ABAJO Y OTROS DE MI AUTORÍA.
NÉLIDA MARTINELLI

lunes, 8 de febrero de 2010

UN HIJO

(Parte Primera)

A las madres en lucha contra el paco

POEMAS PARA NICOLÁS

1

Una sola rosa azul en la tumba
encierra tu vida
tu juventud polvorienta
navajas y tambores en las cenizas de esa piel masacrada
el encanto mentido
alas verdes y sombrías…
¿Adónde van tus pies nómades,
desesperados, humillados,
interrogando al demonio dormido en tus cabellos?
Te quiero desde esta legítima ansiedad de la Patria
que observa a los jóvenes muertos
perdidos en polvos hechiceros
aspirando el veneno de los mercaderes.
Niños antiguos
gritan entre latidos de agua
amaneceres helados
y avenidas del dolor
buscan a la Madre Justiciera
que calme esa inocencia frustrada
destruya fogatas y botellas
revolucionando el amor hasta los dientes
garras y armas en las manos
para limpiar la sangre de los hijos.


Dic. 2008, Nélida Martinelli


La música es tu única amiga.
Jim Morrisson

2

caminás sobre el agua
y el fuego
como un Jesús sangriento
encendiendo velas
balcones
miradas de señoras gordas
y hombres taciturnos
que señalan tu frente…
Ellos no quieren ver
el huracán dormido de tu lengua
tu soledad
poblada de locos
violines, fiebre y marihuana
enamoradas muchachas
en tu lecho de sal
y la mirada de la madre muerta
escondida entre los árboles.

Nélida Martinelli

3

Desperdicias vida
desde lo más remoto de tus células
buscando al pecho materno:
estrellas y pezones para tu boca infantil:
la copa morada del dolor
choca en tus dientes
árboles vacíos.
La nada tatúa tu entrecejo.
Una virgen de agua y sepultura
revuelve antiguos gritos
disparos de sal, demencia
y después el caos, la tormenta
ropa amontonada, cruces rotas
polvo de ángel, alcohol, espejos turbios
y tu rostro de piedra
origina la sangre de dioses prometidos

Dic. 2008, Nélida Martinelli


4

La superhierba condiciona
tu mirada frágil
Escándalos de música, escaleras,
navajas, trapos y cenizas…
Antiguos esclavos
graban primaveras negras
en tu cuerpo joven.

La muerte más inútil
atiende mi llamado
que enerva montañas
sacude cadáveres
te busca desde otros mundos
enciende mi voz de Madre Universal
en una guerra de alas rojas
y un parto general a la esperanza.

Nélida Martinelli


5

Sus sienes guardan retratos marrones
deliberadamente se ausenta entre el humo
huye a las cornisas:
Se desarman soldaditos en la arena
queda solamente una realidad nómada
esa tinta azul y verde en la hoja salpicada de fuego
de tiernas muñecas antiguas
cocinas con hollín y guisos paternos
dubitativamente borra dibujos, esferas
banderines en las paredes del ayer
libros enterrados
chispas y demonios.
La muerte cruza el rostro de su madre
en una selva infectada de música
y ángeles dormidos
segmenta polvo, oscuridad y espejos.


Dic. 2008, Nélida Martinelli


7 7

La mirada filosa y felina
ve desaparecer sus propias huellas
siniestras caricaturas del odio infantil
rompen la foto del padre:
El matador de 7 balas
Infiernos, rejas y latidos
bucea el mar en miniatura
del corazón materno
que nace entre sus manos
para que Nicolás lo reconponga
lo cosa con aguja e hilo
o con papel y tinta
subrayando estrellas verdes
en el camino frontal
que le ofrece la vida.
Él eleva los ojos
disuelve
las cenizas de su sangre
se levanta y cae
rasguña la arena
trepa médanos, silencios
el vino de los dioses le inventan lucecitas
turbios piratas de cristal
promesas de hierba y mariposas
corrompen sus huesos
su mente confundida…
lo salva la llama de una lámpara
que ilumina el papel y sus designios.

8

Deliberadamente
Utiliza el fuego
Para escribir sus llamas
su sed de nubes
pezones y agua
que calmen los ojos de niño
de hombre hundido en la arena
lejos del oasis.



Dic. 2008, Nélida Martinelli


9

Gritan guitarras
Agitadas palomas del amanecer
Su perfil delgado se peina en los espejos
La hiedra del dolor lo atraganta
esos puños no alcanzan para tanta matanza
Tiene un cuchillo escondido entre la sangre
que desgarra sus lágrimas
desune su entereza
Lo entibia en el río del suburbio
donde fuma con otros muchachos
los cigarros de la muerte
bate alas malditas
mojadas de monedas
espanto y barro.
A Nicolás le crecen espinas en la frente
vinagre
y llanto.

Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (10, 11, 12, 13, 14, 15, 16)

10



El acordeón suena en la noche
estrellas de barro
en el barrio pendenciero
se mezclan cerveza, mujeres
antiguos rencores
caen dientes
margaritas.
El pecho joven tiene miles de años
una cruz lo cuelga
como a un Cristo roto
bailando una cumbia desde el cielo.

Dic. 2008, Nélida Martinelli


11

Apocalipsis, manzanas
flecos desde el techo
entusiasma la música
el son vibrante
luces dulces, muchachas desnudas
con la luna tatuada en la mirada
y el eco del tambor
removiendo la piel
las astillas
polvo, hechizos:
Alguien gritó
“¡Viva la Muerte !”
y ellos le creyeron…

Nélida Martinelli (Dic. 2008)

12

nardos amarillos
Y fotos viejas
en un mueble antiguo
perjuran su cualidad de haber sido
iluminan la espalda
del ángel inconcluso
medalla polvorienta
en la cadena de su madre.

Nélida Martinelli (Dic. 2008)

13

Sirenas y gasas
heridas al anochecer
vuelan su nocturno viaje
entre 7 misterios
la vida de un hombre
pelea con el diablo
y un niño lo observa
desde una estrella de agua.

Nélida Martinelli (Dic. 2008)


Dic. 2008, Nélida Martinelli





LAS MADRES

14

Sueños y espinas
barajan los señores
puertos, dinero y luciérnagas
venden la historia del dolor
sobre el pecho púber
balas de plata
siniestros cuchillos
mojan tierra pobre
con sangre verde
Sangrepatria
Santasangre.

Nélida Martinelli (Dic. 2008)


15

Candombes apretados
hurgan banderas
Cada diente
Cada arteria
Cada niño esclavizado
Cada madre detrás de la ventana
Preparan la venganza.

Nélida Martinelli (Dic.2008)

16

Los forajidos llegan
en coches celestiales
lastiman las heridas
venden sonrisas fugaces
riegan con vinagre a las plantas
esparcen besos de papel
territorios de arena
cielos al revés.
Indican, traman, manipulan
deshacen el amor a cuchillazos
desmenuzan a los ángeles
trituran la esperanza
y se alejan entre sirenas de espanto
con la risa de cartón en sus caretas:
Carnaval febril y genocida.

Dic. 2008, Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (17, 18, 19, 20)

“A nosotros no nos rompen sino matándonos”

(Pablo Neruda)

17

La venganza prepara
sus armas de palo
ondas de sangre y puntillas
en el ojo de las Madres
Némesis latinas
victoria y silencio
en el pan de la vergüenza.
Unen sus manos
por los hijos de la guerra
el constante ardor en los tobillos
del licor envenenado en las pupilas
corren por las calles con papeles
firman detrás de las botellas
ahuyentan a la dama social
que ofrece caridad, conocimientos,
y recojen sus propias herramientas.

19

La Madre incendiaria
se torna gigante
es una llama viva que dibuja
el corazón de los hijos.
Las Madres
son un ejército de pájaros
hechos de cal, leche, suburbios embarrados
sus rostros duros
encienden la vela justiciera
desarman desiertos
gestan semillas de mostaza
en los cimientos del futuro.
Tienen el coraje de los tigres
defendiendo a las crías:
Son potentes, rebeldes, austeras, desconfiadas.
En la ventana aprendieron
entre latidos nocturnos
la llegada del hijo desahuciado
con garras y dolor
ojos rojos, ojos dilatados,
ofuscadas lenguas.
Las madres con su llanto
graban lágrimas y besos
en la cara de los hijos.

Nélida Martinelli (Dic. 2008)


20

Salieron con su antorcha
a generar fogatas
para sacudir la hipocresía
del mundo consumista.

Nélida Martinelli (Dic. 2008)

POEMAS PARA NICOLÁS (21)

21


Los nuevos desaparecidos



Guerra química,
hambre
sed
árboles caídos.
Los narcos salen por las noches
a destruir guitarras
llegan con machetes
originando selvas de cenizas
flores ciegas
derraman sobre cuerpos jóvenes
cadenas de agua.
Los sigue
una horda de niños.
Enredan inocencia
sus cucharas de hielo disponen la muerte
alteran neuronas
encierran el Amor en los baúles
una tiza de sangre
empolva la mirada de los hijos.

Dic. 2008, Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (22, 23, y 24)

22


Niños embrujados
nadan en hogueras
arrebatan piedras a los pájaros
gritan raíces
lonjas, intifadas.
Reyes de fuego atraviesan ojos
y dibujan a Luzbel en la mirada.
Un falso rojo de iris
un brillo de pupilas encendidas
revela a Las Madres la injusticia.

23

Las Madres mastican fuerza
para ganar territorios en la selva
usan armas de carne, hueso, dientes y guitarras.
Ritos nocturnos las une
en una sola palabra
contra el poder establecido:
Son las nuevas guerrilleras de los ángeles
gestan tréboles e incendios
construyen con su llama nuevas brasas
elevan VIDA
asustan a la muerte
van por caminos y edificios
secándose el sudor
visitan funcionarios
pañuelos y pancartas
¡Hacen temblar los escritorios!

24

Narcos y cuchillos
talan árboles de sangre
trepan escaleras silenciosas
vomitando ginebra
papelitos
hierbas del amor vendido
ganan frutas gargantas
calaveras
recorren pasillos en las villas
orinan los rincones.
Su risa de barro
fomenta la otra guerra.

Dic. 2008, Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (25)

LOS HIJOS

25

Los esclavos arrastran
banderas negras y cadenas
tobillos tatuados a fuego
serpientes de sal en la boca
afuera
rascacielos y avenidas
tuercen rumbos, discotecas
el vidrio turbio que imaginó el gordo Pierre
danzas electrónicas
baños sin agua…
Sobre la barra-mostrador el ron solloza
junto al éxtasis.
Piernitas flacas, 16 años
La calle vence su destino.
Expediente número ciego
Jesús Equis
Historia Clínica:
Perfil seductor
episodios de violencia callejera
abandonó el colegio
Madre sola
padre alcohólico.
Consume PBC.

domingo, 7 de febrero de 2010

POEMAS PARA NICOLÁS (26)

26

(Dieguito, C. T. de Banfield)


-¡Paco, maldito paco!
Mirá mis pulmones
agonizo en la mugre
la sangre sacude mi lengua
respiro arena
sueño entre gasas y estertores.
Soy un esqueleto de frutillas
postre preferido de los narcos.
Alguien dijo “¡Viva la Muerte !”
y yo lo seguí.

POEMAS PARA NICOLÁS (27)

27

Prometieron mundos nuevos
Zapatillas nuevas
Guisos nuevos
Una madres virtual con ojos de sirena
Casas-coches-lujo-todo.
MENTIRA NEOLIBERAL.

POEMAS PARA NICOLÁS (28)

Jesús dijo:“Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá”. – S. Juan, 11 – 25.
28

LAS MADRES

La Madre silvestre retuerce
anillos de muerte
predica en la montaña del pecho de los hijos.
Muestra evidencias
dioses
ojos de cristal
extrae el Amor más subterráneo
desde ríos vencidos.
Potros mojados trotan en su frente
galopándole ideas
estrategias.
Tiene las caricias agotadas
los pies como brasas
grita y no la escuchan
Incendia llora
lucha por su hijo
le pegan, la persiguen
Se levanta y anda.


Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (29)

EL FUTURO

29
Estacas y murallas
Atan Madre e Hijo.
Uno es cadena, la otra cruz
Juntos
caminan sobre el fuego
lloran lágrimas en llamas
vino
azúcar dividido.
Vientos de guerra anuncian nuevos vientres
la mirada fetal disuelve cordones celestiales.
Se caen las cortinas de los ojos
el Nuevo Hombre nace
en selvas primitivas
gestando vegetales
especies muertas
insectos de luz, alas de sangre
La Madre potente arroja antorchas
sobre el shopping de la muerte
destruyendo cruces, cadenas y murallas.

Dic. 2008, Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (30)

LOS HIJOS

(Mauricio, C. T. de Banfield)

30

Quiero estar en un delirio
con mi hijita Marisol.
Convidarle frutas
Mares y Soles
sin ideación de muerte
(como dice la psicóloga).
Quiero romper infiernos
Sacudir ventanas
Iniciar el hacha de los pobres
partir multitudes
enhebrar muñequitos y carteles
llevarlos a mi pueblo
y aventar incendios.

Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (31)

31

(Gustavo, C. T. de Banfield)



Soy un ave
de cielo y macramé.
Mi familia
vivió todas las guerras
bofetones
de izquierda a derecha.
7 días atrás
Jugué a las escondidas.
Hoy soy este hombre
le digo chau a un pasaje muy dañino
y me ocupo
de inventar pulseras
piedritas y colores para las muchachas
un gusto de música y felinos
un trapecio de fogatas
soy esta indecisión constante
esta brújula de invierno
este sol azul
que pide paz y se desangra.


Dic. 2008, Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (32)

EL GAUCHITO GIL

32

Al Santo de los pobres
aves y ladrones
Dieguito le inventó un altar:
Floresdeagua lágrimasdefuego.
-Señores, acepten nuestros dioses
El gaucho es como un Cristo ciego
de plumas y tatuajes
baila el chamamé.
Vida-muerte-tumba-cárcel
llega de Corrientes
a sentarse en la villa.
Se mete en los pasillos orinados
brillo rojo
fuego en las banderas
pelea con su poncho y su cuchillo
contra el Mandinga rico
que derrite el oro
en los ojos de las Madres.

Nélida Martinelli

(Publicado en la Revista Isla Negra)

POEMAS PARA NICOLÁS (33)

33

El sueño de Leandro

(C.T. Monte Grande)

Mi Madre tiene muchos hijos
Y un hombre que le pega
Yo me voy, no tolero
Verla herida
Lavando ropa de señoras lindas.
No soporto
el olor a tierra seca
colchones compartidos
No aguanto ser villero
Entonces
Me hago amigo del revólver
fumo paco y robo.
rompo vidrieras y escándalos
luzco zapatillas
remeras de marca
y por la mañana espero el colectivo
para que la gente crea
que soy alguien normal
yendo a trabajar a una oficina.

Dic. 2008, Nélida Martinelli

(Publicado en la Revista Isla Negra)

POEMAS PARA NICOLÁS (34)

Guillermo

(a Ramón A., su padre)

Busco el equilibrio
entre las sogas
hago malabares.
En cada ojo tengo un árbol ciego
que no quiere romper la dependencia
bailan pelotitas en el aire
y las saludo con mis manos
soy este rostro quemado en las esquinas
un dios que apaga llamaradas
hojas de sangre rompen mi garganta
y por mis venas viaja el humo del desierto
Alguien gritó: ¡“Viva la muerte”!
y caí
quebrándome las alas.

POEMAS PARA NICOLÁS (35)

35
(Ariel S. C.T. de Banfield)



Tengo una tienda de coches voladores
mi casa es un jardín colgante.
Tuve todo
Sedas-lujo-espejos siniestros
(¡Tiemblo operadora, quiero consumir!)
Soy rubio
ojos verdes
las mujeres duermen en mi piel
y me aman en silencio.
Soy el ángel más deseado
Rey de espadas y trébol destruido.
Mis besos de arena
ruedan por el agua
las espinas
y el desierto.

Dic. 2008, Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (36)

36
(Mariela, Granja de Glew)

Hago tajos en mi piel
para agotar al infierno.
¡A ver, señores! ¿Quién se atreve a enfrentarme?
¿Quién baila en mis rodillas?
¿Quién me convida el whisky de la muerte?
¿Quién pasea por mi pelvis
doblando el hielo de mi esencia?
La madre de ojos sucios
sedujo al invierno
y me trajo aquí
para limpiar su llanto.

POEMAS PARA NICOLÁS (37)

37
(Huguito, Granja de Glew)

Soy este ramo de ternura
bailo como un caballo elástico
giro de cabeza un hip-hop de fuego
sacudo hombros
salto, llego al cielo
quiebro mi cintura
tango y latigazos
dibujo flores con los pies
¡Fuera padres mentirosos!
¡Fuera dealer de la esquina!
Dejen de tatuarme lágrimas
que yo bailo, bailo, bailo, bailo…

POEMAS PARA NICOLÁS (38)

38 (Jesús, Granja de Glew)

Me gusta aquí porque hay gallinas
ovejas, conejos
como allá en el campo
donde yo cuidaba animales.
Tengo una llama amiga
que se ríe conmigo.
Buscamos a Dios en la montaña
entre humo y botellas
vemos el cielo boca abajo
y nos duele las rodillas:
Hoy cumplo 11 años.

Dic. 2008, Nélida Martinelli

POEMAS PARA NICOLÁS (39)

LAS MADRES


“¿Qué les queda por probar a los jóvenes
En este mundo de consumo y humo?
¿Vértigo? ¿Asaltos? ¿Discoteca?”

Mario Benedetti


39

¿Adónde está ese ángel antiguo
que hoy patea puertas?
Lo espero en la ventana del dolor
con el corazón atravesado de silencio.
Llega disfrazado de luzbel
escupe puñales
y se encierra en una selva de cenizas.
Han cambiado a mi hijo
por este robot enajenado.

POEMAS PARA NICOLÁS (40)

40


A mi hijo le mudaron la figura
cerraron su palabra
se transforma en tornado sin tormenta
médano de sal cuando descansa
tiene heridos los relojes
y monedas de pus en las muñecas
debajo de su piel guarda cenizas
baila como un títere enjaulado
a la hora del colegio
recibe al diablo en una esquina
doblándose en las piedras
lacera sus labios con azufre
derrite sus dientes, sus pulmones
sus frutas apagadas
Las Madres buscamos las antorchas
PARA MATAR A LA MUERTE.

NÉLIDA MARTINELLI

POEMAS PARA NICOLÁS (41)

Desde el siglo he callado, he guardado silencio y me he detenido; daré voces como la que está de parto, asolaré y devoraré juntamente. Isaías – 42 – 14.


41


Elevemos los puños
Madres luchadoras
Salvemos nuestra cría de los narcos.
vistámonos de barco, ancla, trenes, brasas
vayamos a buscarlos
entremos a los mundos malditos
rompamos mordazas
cadenas, pozos, discotecas
enhebremos la victoria
entre bosques de sangre.
Hundamos a la guerra química
en su propio vómito
quememos las “cocinas”, los candados
si hay que poner la vida la ponemos
si hay que encontrar la muerte la enfrentamos
Madres luchadoras, caminemos juntas
que no invadan el cuerpo de los hijos
esclavos de sal
esqueletos
escaleras de hielo hacia el infierno.
Revivamos desde aquellas fosas
a Javier
Sandra
Carlitos
y a todos nuestros muertos.
Enamoremos la vida desde el nuevo parto
lenguas de brasas y palomas
gritos, campanas y sirenas
enterremos los pañales negros
izando las banderas del incendio.

AMÉN


Lanús, diciembre de 2008, Nélida Martinelli
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