JUAN
El padre de mi hijo
el de la guitarra de agua, el de la guitarra de fuego
el constructor de nidos, ladrillos y ruedas
con su alma de patriarca sombrío
su alma de tigres polvorientos
de gigantescos gnomos.
El que despertó pájaros mojados en mi vientre
cruzó ráfagas de luna
inventó paraísos sumergidos.
El hombre de los cofres y las llaves
el señor de los números
el que subió y bajó entre bélicas palabras
y entrelazó luceros apagados.
El que se abandonó en trenes subterráneos de nieve
grabando sus cadenas en mi sangre.
El gran dios de los fracasos
el que durmió en mis pechos
el que me amó
me lastimó
el que lloró por él
e incendió sus alas en mi pelvis
el de las cuerdas latiendo en el espacio
el de la guitarra de agua, el de la guitarra de fuego:
El padre de mi hijo.
NÉLIDA MARTINELLI
el de la guitarra de agua, el de la guitarra de fuego
el constructor de nidos, ladrillos y ruedas
con su alma de patriarca sombrío
su alma de tigres polvorientos
de gigantescos gnomos.
El que despertó pájaros mojados en mi vientre
cruzó ráfagas de luna
inventó paraísos sumergidos.
El hombre de los cofres y las llaves
el señor de los números
el que subió y bajó entre bélicas palabras
y entrelazó luceros apagados.
El que se abandonó en trenes subterráneos de nieve
grabando sus cadenas en mi sangre.
El gran dios de los fracasos
el que durmió en mis pechos
el que me amó
me lastimó
el que lloró por él
e incendió sus alas en mi pelvis
el de las cuerdas latiendo en el espacio
el de la guitarra de agua, el de la guitarra de fuego:
El padre de mi hijo.
NÉLIDA MARTINELLI
1 comentarios:
A las 16 de agosto de 2009, 7:17 , Anónimo ha dicho...
Excelente poema!!!!!!besos Stella
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