SOBREVIVIENDO

No caminaré errante
en esta época lejana.
Llevo tu corazón en bandolera desde hace mucho tiempo
Junto a fotografías marrones,
alas viejas:
“Siempre estaré con vos, aún ausente”, susurrabas.
Hoy se cumplen veredictos
en esta noche sin zapatos, sin voces en la arena,
sin vírgenes vacías.
Por los corredores lloran gatos nocturnos
guitarras españolas
confites, azahares de barro
y la muchacha que fui entonces
con los ojos vendados de ilusiones
y tu recuerdo bajo de mi almohada.

NÉLIDA MARTINELLI