AMORES TÓXICOS (III)
1
Ha cesado el imperio de tu cuerpo
desnudo en arenas movedizas.
La costa de un mar inocente
trajo llamas verdes de lejanos barcos
antiguos jardines
y encuentros frutales
volcándome hacia un sur siniestro
de alas, fuentes secas
gasas y milagros
dejándome exhausta, malherida
con coronas de espinas en la sangre
y lunas de agua en la mirada.
2
Los malos amores
surgen del ojo del diablo
en pozos nocturnos
cuando el corazón harto y vencido
se dobla en posición fetal
débil, sin defensas
el enemigo reverdece narcóticos
triunfante entre truenos y cuchillos
clava su flecha hastiada de amapolas
en la parte más austral de la conciencia.
3
¿Cómo arrastrarse entre los vidrios?
¿Reivindicar la belleza?
El desierto apagó todos los oasis
solo bebí de mi llanto
y en un arrastre de huracanes azules
enfrenté al enemigo
lo dejé en las arenas
y corrí mar adentro
en busca del tesoro de mi propio espejo.
NÉLIDA MARTINELLI
abril 1 de 2009
Ha cesado el imperio de tu cuerpo
desnudo en arenas movedizas.
La costa de un mar inocente
trajo llamas verdes de lejanos barcos
antiguos jardines
y encuentros frutales
volcándome hacia un sur siniestro
de alas, fuentes secas
gasas y milagros
dejándome exhausta, malherida
con coronas de espinas en la sangre
y lunas de agua en la mirada.
2
Los malos amores
surgen del ojo del diablo
en pozos nocturnos
cuando el corazón harto y vencido
se dobla en posición fetal
débil, sin defensas
el enemigo reverdece narcóticos
triunfante entre truenos y cuchillos
clava su flecha hastiada de amapolas
en la parte más austral de la conciencia.
3
¿Cómo arrastrarse entre los vidrios?
¿Reivindicar la belleza?
El desierto apagó todos los oasis
solo bebí de mi llanto
y en un arrastre de huracanes azules
enfrenté al enemigo
lo dejé en las arenas
y corrí mar adentro
en busca del tesoro de mi propio espejo.
NÉLIDA MARTINELLI
abril 1 de 2009
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