Los amigos del barrio pueden desaparecer
Los cantores del barrio pueden desaparecer
Los que están en el diario pueden desaparecer
La persona que amas puede desaparecer
Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire
Los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden desaparecer
Pero los dinosaurios van a desaparecer”. Charly García
Golpe del 76
Era tiempo de ráfagas, disparos y humo
ruedas de sangre, miedo en las ventanas
personas arrastradas al infierno
fuego y tenazas
lenguas quemadas, máscaras, árboles oscuros
tornados feroces matan parejas en el parque:
prohibido el amor, la luz, el ángel de la esquina,
la risa, las guitarras
prohibido el semen de los héroes
la palabra, las canciones ¡Prohibidas las estatuas!
Las piernas de las chicas cruzando la avenida
la boca juvenil parafraseando lunas
prohibido usar cabello largo, gozar y sonreír
prohibido los pájaros y Todas las Alas.
¡Prohibida la belleza por decreto!
Prohibidos los teléfonos, los libros, las cartas, los amigos
Prohibido saber, conocer, estar, mirar, suplicar, hablar!
Todo arrasado, perseguido, requisado
lápices, ojos, bolsillos, carpetas, cajones, agendas,
estantes, camas, techos, escaleras…
Y en noches clandestinas
la carne hacinada sobre piedras
sufre el hedor de los muertos
espirales de hueso rellenan autopistas
llantos de ceniza construyen brasas
en cárceles, cadenas y tobillos.
Buscan, buscan: sospechas, paranoia
ratas dentro de mujeres encintas
niños robados
eléctricos choques de serpientes
alientos, ángeles y látigos
gritos y sables en la plaza
Madres sin rodillas
sacuden estrellas, garras, dientes, uniformes
renacen de la sangre de su sangre
¡Hijos que han parido otro futuro!
Nélida Martinelli